La belleza y la pasión de Paul Newman han definido al protagonista masculino por excelencia, desde sus comienzos en Broadway, en dramas televisivos durante la Época Dorada de la televisión y, sobre todo, en las películas de Hollywood que han sido éxitos de taquilla. Sin embargo, Paul Newman era más que una cara bonita y siempre buscó intencionadamente papeles difíciles que le permitieran demostrar sus dotes interpretativas. Fuera de la pantalla, el actor también fue a la búsqueda de retos, como el vertiginoso mundo de las carreras de coches, la despiadada escena política y el altruismo de de dirigir una organización filantrópica, y todo esto lo ha llevado a cabo de forma modesta y siempre con buen humor. Tal y como dijo uno de sus biógrafos: "Paul Newman es como queremos que sea un hombre". A los ochenta y tres años, Paul Newman nos dejó un inolvidable legado de personajes y de películas, además de una impresionante obra benéfica sin precedentes..
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